Best Non Gamstop Casinos 2025Best Non Gamstop CasinosSportsbooks Not On GamstopNon Gamstop Casinos UKCasino Utan Svensk LicensCasino Non Aams

Los Votos

La profesi�n de nuestros votos de pobreza, castidad consagrada y obediencia, nos une �ntimamente con Cristo. Dios que es el �nico que consagra, llama constantemente pidiendo una respuesta de amor a su amor infinito.

Sandra Shneiders, IHM en su libro Vendiendo Todo (Prensa Paulista 2001) escribe, “La vocaci�n a la vida religiosa es una dedicaci�n total a Jesucristo para toda la vida. Es la entrega de toda tu vida a Dios con lo primordial siendo la relaci�n amorosa con Dios. La primac�a de nuestra relaci�n con Dios es lo que conforma e influye sobre todas las dem�s relaciones.”

Esto es en que consisten, esencial y teol�gicamente, nuestra consagraci�n y votos.

Pobreza

La pobreza de por s� no tiene valor. De hecho, la mayor�a de las religiosas trabajan con diligencia para cerrar el trecho entre los ricos y los pobres y para crear un mundo m�s equitativo y justo. El voto de pobreza significa vivir con sencillez para que las dem�s puedan vivir con sencillez. Al profesar el voto de pobreza la religiosa promete compartir todo con todas. No nos quedamos como nuestro sueldo sino lo entregamos a la comunidad para el bien de la comunidad y las necesidades de sus miembros. Tambi�n intentamos compartir nuestros recursos generosamente con las dem�s. Una parte de la vida es escoger responsablemente cosas materiales y nuestro uso de ellas. Significa cuidar responsablemente no s�lo los bienes y recursos que tenemos en com�n, sino tambi�n nuestro cuidado de la Tierra y de las dem�s.

La pobreza bien vivida lleva a un coraz�n pleno de agradecimiento por todos los dones de Dios, al deseo de generosa y libremente compartir nuestros talentos y recursos con los dem�s, y una preocupaci�n ardiente por el bienestar del pueblo de Dios.

Castidad Consagrada

La castidad consagrada para el bien del reino es un regalo de gracia dado por Dios. Con ella nos entregamos a Jes�s con el coraz�n completo. Atra�das a una uni�n cada vez m�s profunda con Jes�s se nos llama a ser un signo de la alianza entre Cristo y su Iglesia - el pueblo de Dios.

La castidad consagrada es la respuesta a una llamada, a una invitaci�n que se escucha en la profundidad del coraz�n, de hacer de Dios el centro de nuestra vida. Es algo que no se nos impone. Es algo que escogemos libremente, que deseamos y a que respondemos. Nos comprometemos en la primac�a de nuestra relaci�n con Dios, que en cambio dirige todas nuestras relaciones con los dem�s.

La castidad consagrada bien vivida lleva a la libertad interior, la alegr�a y un coraz�n generoso y cari�oso.

Obediencia

La palabra obediencia viene del Lat�n, de las palabras od-audire que significan “escuchar cuidadosamente.” Es elegir la felicidad. La obediencia es escuchar respetuosamente para descubrir la voluntad de Dios, que nos llama a cada uno de nosotros a la vida, a una vida plena. No es una espera aburrida o pasiva esperando que alguien te diga lo que debes hacer. Al contrario, es escuchar activamente y adivinar, junto con otras, lo que Dios me, o nos, est� pidiendo, en una situaci�n o circunstancia particular y para responder a las necesidades del pueblo de Dios.

La obediencia es un voto de corresponsabilidad en fidelidad con el Evangelio. Es probable que a veces requiera sacrificio; y tener que hacer cosas que igual no hubi�semos deseado hacer normalmente, pero siempre significa fidelidad a Dios que es centro de nuestras vidas y nuestras relaciones.

Fervor

Como Hermanas del Buen Pastor tomamos un cuarto voto de fervor. El voto de fervor da un dinamismo especial a nuestra vida de consagraci�n para la misi�n. Une las dimensiones contemplativas y activas de nuestra vida, d�ndonos un prop�sito unitario para todo lo que somos y todo lo que hacemos. Nuestro voto de fervor, que est� en el coraz�n de nuestra vocaci�n, nos lleva a buscar a los heridos, a los que el mundo ha dejado atr�s.

A nivel individual, el fervor significa nunca perder la esperanza sobre una persona, significa el amor y aceptaci�n sin condiciones, una obligaci�n de hacer absolutamente todo lo posible para ayudar a cada persona a llegar a ser todo lo que pueda ser, sin importar lo que me pueda costarme. A nivel de abogar, significa trabajar con innovaci�n y fidelidad para desterrar los sistemas injustos que impactan negativamente sobre la dignidad y humanidad de cada persona, y su derecho de vivir y trabajar en libertad.

El fervor bien vivido lleva al compromiso de hacer todo lo que est� en nuestro poder y capacidad para que otros sientan y sepan que son hijos de Dios, hechos en Su propia imagen.

Arriba | Casa | Para contactarnos